A la espera de las tormentas de este fin de semana, Teruel supera la barrera de los 100 días sin ver la lluvia
La sequía se ceba con Aragón y encuentra su cima en
Teruel, donde no se ven lluvias considerables desde hace 108 días. El
pluviómetro vacío en el Bajo Aragón es la punta de un iceberg, el de la falta
de agua en toda la comunidad, vivirá una tregua a partir de este sábado pero se
recrudecerá con el aumento de las temperaturas.
El observatorio de Teruel solamente registró un
litro en enero, otro en febrero y tres en marzo, muestra de la decadencia de
las precipitaciones. Esos más de 100 días sin lluvia se refieren a que han
pasado más de tres meses y medio desde que una tormenta descargase en Teruel,
al menos, 2,5 litros.
Hace poco más de dos semanas de la última lluvia,
testimonial, que se quedó por debajo del litro. El computo desde el inicio de
2023 es clarividente: tan solo han caído 6,8 litros. Si se compara con la media
de los últimos años, el resultado que arroja no es otro que el de la
preocupación y el del impacto de una sequía que golpeará a todos los sectores:
la media habitual de las precipitaciones en Teruel entre enero y marzo supera
los 70 litros.
Si bien es cierto que el Bajo Aragón es una de las
zonas españolas donde la sequía está golpeando con mayor virulencia este año,
Zaragoza y Huesca son también reflejo de la ausencia de precipitaciones.
La provincia central tuvo su última tormenta hace
doce días, aunque la última que superó los 2,5 litros en los registros se fecha
hace más de 60 días. El acumulado durante los tres primeros meses del año es de
19 litros, también muy lejos de la media habitual.
Huesca mantiene unos mejores registros pero la
sequía se nota, sobre todo en el último mes. Desde hace 35 días no llueve en el
Alto Aragón, y la última lluvia intensa tuvo lugar hace 53 jornadas. En total,
77,6 litros han caído en la capital altoaragonesa, según registra el
pluviómetro situado en el aeropuerto de la localidad.
«Toda la situación es muy grave y está todo el mundo
pendiente del cielo», cuenta Rafael Requena, delegado en Aragón de la Agencia
Estatal de Meteorología (Aemet). Esas miradas que se dirigen hacia arriba
pertenecen a muchos agricultores que, según Requena, «no tendrán una buena
cosecha, por lo que entendemos su desesperación».
El propio Requena valora el fin de semana que
comienza mañana como «esperanzador» por las tormentas que llegan, pero tampoco
se deshace en ánimos: «El sábado van a ser bastante generales, pero vamos a ir
solo a un poco más». Las primeras previsiones, tomadas al inicio de esta
semana, apuntaban a ligeras lluvias para este jueves y este viernes. La
ausencia de ellas, al menos ayer, refuerzan el papel fundamental de las
precipitaciones previstas para este fin de semana.
«No va a haber continuidad en estas lluvias y las
temperaturas se van a disparar a partir de la semana que viene», lamenta el
delegado de Aemet, que avisa que los termómetros van a llegar a registros
veraniegos en los próximos días: «Vamos a superar los 30 grados durante toda la
próxima semana y algunos días veremos los 35 grados en los termómetros».
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