La Laguna de Gallocanta presenta su mejor estado ecológico de los últimos 30 años
Según el dato ofrecido por el Instituto Geológico y
Minero hace unos días la Laguna de Gallocanta tenía 72 centímetros de agua en
la zona más profunda. El nivel de agua que mantiene a estas alturas de la
primavera la laguna es el mejor de las últimas décadas después de unos años en
los que el humedal se quedó completamente seco. Ahora, la laguna presenta el
mejor estado ecológico de los últimos treinta años, según valoró la educadora
ambiental del Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta, Carmina
Franco, a Diario de Teruel.
Franco razonaba que los datos que se están
recogiendo en los últimos años no pueden compararse con los registros
históricos. “Hay que plantearse qué es ahora lo que se considera normal”,
aseguró la educadora, “porque la Laguna ha cambiado sus ciclos de inundación y
lo normal en las últimas décadas es que la laguna esté seca o semiseca” a estas
alturas de año, cuando se están recogiendo habitualmente “niveles de inundación
de dos, cinco o diez centímetros”.
Franco recordó que “la laguna se recuperó de forma
importante en 2020 después del paso de la borrasca Gloria, “que trajo tanta
agua en forma de nieve y de las abundantes lluvias de la primavera”.
Desde entonces, Gallocanta ha conseguido mantenerse
inundada hasta el día de hoy, algo que “hace treinta años que no
ocurría”,ofreciendo el mejor estado ecológico de estas últimas décadas, pese a
que en los años 2020 y 2021 tuvo más agua que ahora. Sin embargo, años antes el
vaso estuvo completamente seco durante varias temporadas.
“La Laguna de
Gallocanta se encuentra ahora en un estado ecológico, de variedad de especies
tanto de superficie como subacuáticas (algas, pequeños crustáceos o plancton)
que se ha regenerado”, dijo Franco, que apuntó que la abundancia de alimento
hace que muchas especies hayan apostado por detenerse en Gallocanta “y por lo
que ha venido la colonia de flamencos”.
La abundancia de agua ha propiciado el regreso de
las aves buceadoras, que fueron las primeras que se fueron en los años de
sequía porque necesitan un nivel de agua importante para poder habitar ya que
se alimentan de algas subacuáticas.
El estado en el que se encuentran otros humedales
españoles ha hecho que grupos de aves hayan elegido Gallocanta para detenerse.
“Las anillas que hemos podido leer de los flamencos, además de franceses,
también hemos visto de Doñana y de Fuendepiedra (Málaga). Fuendepiedra está
atravesando una sequía importante y Doñana también, Están en un estado de
inundación muy pobre y esto hace que los flamencos hayan tenido que buscar otros humedales donde
poder habitar e incluso criar, porque el año pasado llegaron a criar por
primera vez en un humedal de Aragón, en Gallocanta”.
Comentarios
Publicar un comentario