“Dejaré morir las 1000 ovejas porque no nos dan solución”
¿Se imaginan que por una alerta sanitaria unos
pastores no puedan mover el ganado entre provincias y estén durante semanas y
semanas atrapados? Es lo que les ha sucedido a Isabel Aguilar y su familia,
ganadera trashumante de Villar del Cobo, en la provincia de Teruel, por la
viruela ovina. Su rebaño, en riesgo extremo, cuenta con alrededor de 1.000
cabezas de ganado.
De momento, no tiene solución, y además apremiada
por el alquiler de la finca donde están dando de comer a los animales.
"Estamos en el valle de Alcudia, en el municipio de Mestanza, provincia de
Ciudad Real, y no podemos volver a Guadalaviar". Están atrapados y hoy se
les acaba el alquiler. "Mañana tengo que salir y no sé dónde las voy a
llevar; las dejaré morir porque no sé dónde las voy a llevar y no nos dan
soluciones ninguna".
"No nos dan una respuesta", remarca
Aguilar, en La Ventana de Aragón. "El viernes estuvimos mandando correos a
Toledo y al Ministerio de Agricultura, y nos dicen que tenemos que esperar 15
días más, y ¿dónde tengo a mis animales? ¿En la carretera? O dejarlas morir de
hambre porque ni en los mataderos ya las quieren", se lamenta.
"Aquí todo es tierra" y en Guadalaviar hay
pastos y allí sus ovejas "tendrían vida, donde no tienen vida es
aquí", porque "ya ni quieren el pienso, están hartas". "Se
salen de la finca, se van por todos los lados, ellas han hecho toda la vida la
trashumancia; los animales son muy listos, son más listos que las personas y
ellas saben que se tienen que ir de allí, todas las noches estamos buscando
ovejas; esto es un 'matapersonas' y un 'matanimales'".
Alternativas, pocas. "A lo mejor, salir de
noche, como los maquis o Curro Jiménez, y a escondidas y que no nos vean porque
¿hay otra solución?", se pregunta. "Y si nos para el Seprona, que se
las queden ellos".
"A mí no me sirve de nada que se pongan unas
leyes cuando no entienden ni de animales ni de lo que les pasa", afirma.
Las ovejas "tendrían que estar cubriendo para, en el mes de noviembre -
diciembre, empezar a parir; no tienen ganas ni de cubrirse ni de nada. ¿Qué
corderos voy a vender al año que viene? Esto repercute en todo; llevamos un año
de crisis pero el año que viene va a ser también malísimo" porque "si
no criamos corderos, ¿de qué vivo? Mis ingresos son los corderos", explica
Isabel Aguilar.
Esta ganadera remarca que "no ha salido ni un
solo brote [de viruela ovina] en extensiva; todo ha sido en ganaderías de
ovejas de leche estabuladas; eso también lo deberían haber tenido en cuenta
pero no ahora, en el mes de junio, con más calor, no tenemos agua y tenemos que
estar 15 días más; una ruina total", continúa explicando esta lucha
burocrática que emprendieron en el mes de marzo.
Así, no es solo que no puedan mover su ganado por la
viruela ovina sino que la sequía está pasando factura a la cabaña ganadera.
"Mis ovejas bajaron el 1 de noviembre y desde el día 1 de noviembre están
comiendo pienso, un camión por semana que me cuesta 2.000 euros", explica
esta trashumante. "Echa cuentas, desde noviembre hasta ahora; me he
arruinado, no tengo dinero y no puedo seguir manteniendo mis animales".
"¿De qué voy a vivir? A la familia no puedo
estar pidiendo cada semana 3.000 euros" para su rebaño y para vivir.
"Y se han pasado las elecciones y ya date por perdido y los que estamos
pagando el pato somos los de siempre, los de abajo, que en realidad somos los
que estamos manteniendo al país".
Durante la pandemia, "no tuvimos ningún
problema para movernos, nos dejamos salir y llegar a nuestro destino, aunque la
pandemia nos dejó tocados, como a todos pero la sequía desde noviembre nos ha
rematado y la administración nos ha puesto la puntilla", afirma.
Por eso, esta pastora trashumante pide "que se
pongan en nuestra piel y que tomen medidas ya, de forma urgente, en esta
semana, y no que nos hagan esperar 15 días ¿A qué? ¿A que salga otro
brote?".
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